Miércoles, 2.07 am.
Homanaje al Buda Completamente Iluminado.
He decidido abandonar la práctica de la meditación. Podría parecer que solo la frustración puede llevar a un noble discípulo del Todo Iluminado a tomar esta decisión. Pero no. Abandono la práctica de la meditación sin tristeza, sin frustración, sin enojo, con total tranquilidad. Es un acto de abandono, de dejar ir...
Volveré al mundo... fingiré ser uno de ellos... me pondré en forma, me vestiré bien, me dedicaré al esparcimiento y a seducir señoritas. Y aunque esté parado entre un grupo de personas mundanas sonriendo cínicamente y tomando alcohol, por dentro tendré la sonrisa interior, la sonrisa cómplice del que se sabe no-parte de eso, del que sabe que ha acumulado una grandísima cantidad de tesoros...
Aunque el parinibbana es la extinción final, me gusta imaginar que es un lugar, y que al entrar, me recibirán todos los budas y me encontraré con todos mis hermanos del Dhamma. Estará Ajahn Chah. Me saludará con una sonrisa y me dirá: "Bienvenido, Ignacio". Estará Nanavira Thera. Me estrechará la mano y me mirará como diciendo: "Bienvenido, hermano". Estará Sariputta, Mogallana... El Buda me saludará simplemente con una sonrisa. Será una sonrisa cálida, amistosa. Veré a Tendo Nyojo sentado en zazen contra una pared...
Los saludaré a todos ellos con mis palmas juntas y una sonrisa radiante y cómplice.
Seguiré caminando, como Kuang Chang Caine por los pueblos del lejano oeste de los Estados Unidos. Tranquilo. En paz.
Saludos.
Homanaje al Buda Completamente Iluminado.
He decidido abandonar la práctica de la meditación. Podría parecer que solo la frustración puede llevar a un noble discípulo del Todo Iluminado a tomar esta decisión. Pero no. Abandono la práctica de la meditación sin tristeza, sin frustración, sin enojo, con total tranquilidad. Es un acto de abandono, de dejar ir...
Volveré al mundo... fingiré ser uno de ellos... me pondré en forma, me vestiré bien, me dedicaré al esparcimiento y a seducir señoritas. Y aunque esté parado entre un grupo de personas mundanas sonriendo cínicamente y tomando alcohol, por dentro tendré la sonrisa interior, la sonrisa cómplice del que se sabe no-parte de eso, del que sabe que ha acumulado una grandísima cantidad de tesoros...
Aunque el parinibbana es la extinción final, me gusta imaginar que es un lugar, y que al entrar, me recibirán todos los budas y me encontraré con todos mis hermanos del Dhamma. Estará Ajahn Chah. Me saludará con una sonrisa y me dirá: "Bienvenido, Ignacio". Estará Nanavira Thera. Me estrechará la mano y me mirará como diciendo: "Bienvenido, hermano". Estará Sariputta, Mogallana... El Buda me saludará simplemente con una sonrisa. Será una sonrisa cálida, amistosa. Veré a Tendo Nyojo sentado en zazen contra una pared...
Los saludaré a todos ellos con mis palmas juntas y una sonrisa radiante y cómplice.
Seguiré caminando, como Kuang Chang Caine por los pueblos del lejano oeste de los Estados Unidos. Tranquilo. En paz.
Saludos.
