Sunday, October 31, 2010


Homenaje al Completamente Iluminado.




11:40 horas.




Noches de TEG, Coca Cola, cigarrillos camel, meditación y estudio de suttas. Alienación total. Las perspectivas se vuelven difusas; se pierde todo punto de referencia. El día amanece ameno, tranquilo. La mañana es un bálsamo refrescante. Practico anapanasati. Ojos cerrados y toda la concentración al abdomen. Esta es la fórmula que me condujo por todos los jhanas materiales. No luchar, rendirse, someterse. Ese es el consejo de jhanananda. Su concepcion de la meditación es radical. "Someterse", como si fuera una mujer a la que manosean y le gusta. Me siento por veinte minutos, salgo al garage, me fumo un cigarrillo y me vuelvo a sentar. Voy al supermercado a comprar pure de tomate y queso rallado, y de pronto se me ocurre practicar la atención sobre el cuerpo; ya no en la meditación "formal", si no en todo momento. Satiphatthana, "El Camino de la Atención". No busco silenciar los pensamientos, el cese de la actividad mental; sino un punto de referencia. Un punto en el cual descansar la atención, como un ancla, como una sólida roca. "Dejar ir". Así instruían a los novicios en el monasterio de Ajahn Chah. Abandonar, soltar. El Buda dijo que aquel que practica la atención consciente durante el todo el día alcanza el samadhi fácilmente. El Buda dijo que aquel cuya mente se inclina al abandono, alcanza el samadhi sin dificultad. Al fin y al cabo, el samadhi lo es todo. Es el Santo Grial, es la Ambrosía, es la Manzana Dorada. Me he vuelto un adicto al samadhi. Cuatro años tratando de entrar en samadhi. La ausencia de samadhi me hizo considerar el suicidio y es una idea que todavía está presente. Pero al fin y al cabo, si la enseñanza del renacimiento es auténtica, un suicidio motivado por el apego a los jhanas me llevaría derechito a la Iluminación. Este pensamiento me reconforta. Practico metta; los resultados no se hacen esperar. De pronto veo a los seres sintientes de otra manera. Mi perro, atrapado en el samsara, ya no es un perro, si no un compañero en esta lucha; él tambien busca la felicidad. Los gusanos y las lombrices también buscan la felicidad. A las lombrices no les gusta ser comidas por los pájaros. Las moscas vuelan sin descanzo de un lado al otro... ¿Que buscan? Tan sólo quieren ser felices. El asubha también es muy efectivo. Un poco de anapanasati, un moco de metta, de asubha, y cultivar la atención consciente sobre el cuerpo. Esta es la fórmula que aplicaré estos días. A ver como me va.
Saludos.